El crédito revolvente es un tipo de crédito que no tiene un número fijo de pagos. Se trata básicamente de una línea de crédito con un monto máximo, a partir del cual la empresa dispone una cantidad, paga y tiene la posibilidad de utilizar durante todo el periodo que dure la línea de crédito activa (12, 24, 36, 48 ó 60 meses) hasta que expire el contrato.

Ayudamos a nuestros clientes a aumentar las líneas de crédito corporativas precisamente para darles mayor liquidez en sus operaciones del día a día de la empresa.

Las líneas de crédito ofrecen la solución perfecta para una variedad de necesidades de financiamiento a corto plazo, como el capital de trabajo de temporada, inventarios, materiales o equipos, entre otros.

Se puede utilizar para cualquier gasto o para llevar a cabo proyectos de negocio que generen un flujo para pagar y disponer de recursos financieros de manera recurrente.

Se ofrecen periodos de gracia antes del primer pago, tasa baja y pago mensual mínimo.